miércoles, 5 de diciembre de 2012

Carpe Diem


CARPE DIEM

Es lo que he aprendido tras ver la película del club de los poetas muertos.
Tenemos que vivir nuestra vida con pasión. Ser nosotros mismos. Dejar de  lado lo que hacemos por el qué dirán o por lo qué desean mis padres. Somos lo suficientemente responsables para saber lo que nos conviene en cada momento. Hay que ser libres. 

Si nos equivocamos en nuestro camino, nos levantamos y seguimos. No necesitamos que papá o mamá nos levanten del suelo. Somos fuertes y jóvenes para saber que si eso no es lo correcto y así poder remediarlo cambiando de camino o dando media vuelta. Así de fácil. Sin preocuparnos por nada más. Eres tu el encargado de tus actos. Del saber si lo que haces es lo correcto o no. Aunque a veces no sepamos ni por donde nos pega el aire. 

En ocasiones nos creamos un papel, el de machotes. El de nada me importa, todo me resbala. Pero a veces necesitamos que alguien este ahí en los momentos "más duros". Es difícil pedir ayuda, pero siempre esta ahí esa posibilidad. Cuando tenemos algún problema nos refugiamos en nosotros mismos, en nuestro santuario. Nos hacemos los valientes. Aunque en realidad no lo somos. No hace falta pedir ayuda a gritos con un simple ¿qué tal? a veces es más que suficiente. Esto nuestros padres nunca lo entenderán, para eso están los AMIGOS. 

Personas que las has elegido tú, y tú has sido el encargado de cuidarlas, respetarlas y compartir con ellos los mejores momentos de tu vida. A veces, sin venir a cuento, recuerdas aquellos instantes vividos con ellos. 
Momentos de felicidad, alegría y porque no también de cariño.



Recuerdo bonito igual a sonrisa infinita. 








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